Desde la invención de los envases PET, los productores se han centrado en las numerosas ventajas que tiene este material. En comparación con otros tipos de plásticos, esta alternativa ofrece grandes beneficios para los consumidores, fabricantes y, sobre todo, para el medio ambiente, ya que se puede utilizar en varios escenarios.
En 2009, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) realizó un estudio exhaustivo sobre el tereftalato de polietileno y lo comparó con otras opciones que se usan en las diferentes industrias. Después de este análisis, llegó a tres conclusiones importantes que lo convierten en una excelente oportunidad para el almacenamiento:
- En primer lugar, señaló que las botellas de plástico PET poseen una increíble resistencia a posibles impactos. Es muy común que durante el traslado de la mercancía sufran golpes por roces o caídas, pero gracias a su dureza no se dañarán en el viaje.
- Por otro lado, los expertos resaltaron que tiene una buena facilidad de almacenamiento y manejo porque es ligero. Además presenta una estructura especial que permite ponerlas en sitios donde, generalmente, están prohibidas las botellas de vidrio.
- Asimismo, cuenta con cualidades específicas que favorecen a la seguridad alimentaria, por lo que es normal verlas como empaques de alimentos o bebidas (como el agua mineral o las gaseosas). Esto se debe a que su alta resistencia química e higiene impiden que no se alteren los componentes del contenido.
Aspectos positivos de los envases plásticos PET
Además de los beneficios que se han nombrado, destaca por ciertas propiedades especiales, por ejemplo, en el proceso de producción de PET no hace falta utilizar tanta energía, como en otros casos. Esto mismo ocurre en la fase de reciclaje, al momento de la fundición.
Bajo este contexto, es catalogado como un material noble que no daña a la naturaleza. Según una investigación hecha por la Universidad Antonio Nebrija, de Madrid, que fue avalada por el Parlamento Europeo, algunas botellas pueden pesar hasta 20 veces más que una elaborada con este plástico y, por ende, esas otras consumen 77 veces más energía y materia prima.
Por lo tanto, vale la pena aprovechar estas ventajas que favorecen a los procesos productivos, a los clientes y al planeta.